Pan duro (II): pan rallado

Cortamos los trozos de pan -si son barras en aproximadamente 7 cm.- y los ponemos en una bandejade horno sobre papel de cocina, moviéndolos a diario para que pierdan la humedad.

Cuando esté completamente seco lo rallamos con un rallador, cuidando de no hacernos daño con el final. En una plancha de horno ponemos papel de cocina bien estirado y cubrimos con el pan rallado y lo introducimos en el horno con aire a 60º, unas 2 horas si no hay mucha cantidad, dándole vueltas cada media hora, hasta que tenga un tacto crujiente.

Lo dejamos enfriar en el horno y lo deshacemos con las manos o empleando un rodillo y lo empaquetamos en bolsas, almacenándolo en un lugar seco con su etiqueta.

Este pan puede espesarnos guisos, sopas, emplearse para rebozados, etc.

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