La Bodega


  
Este fué uno de nuestros primeros posts. En él, presidido por nuestro emblema, un lagarto fantástico, intentábamos describir la Bodega de la mejor manera posible:











La bodega es un local pequeño, en un edificio antiguo, con un cierto aspecto caótico, sin pretensiones decorativas. Es fruto de si misma. Abierta al público hace 22 años, acumula recuerdos, pinturas, regalos de clientes-amigos que la convierten en un sitio personal, diferente, tal vez único, porque sería difícil repetir a intento el efecto de los años. Tiene vida propia.

A nosotros, los que la habitamos, sólo nos queda adaptarnos a ella y hacer lo que mejor sabemos: cocinar y disfrutar de la satisfacción de quienes vienen a visitarnos.

Nuestro horario es como lo demás, imposible. Los días de descanso cambian con las estaciones y, en ocasiones, con las necesidades del cocinero que, solo en su cocina, hace magias que, a veces, son agotadoras ( y hay que permitirle que se recupere, claro).

Los habituales, los adictos a los guisos de Jose, saben que es preferible llamar: ¿estáis ahí?. Los otros, los que llegan por primera vez, cuando prueban su cocina, se llevan el número del móvil (690 115 558). También hay algunos que no vuelven, claro, hay quien antepone la estética y las formas convencionales al juego de los aromas, texturas, sabores...


Y ya está bien de hablar de nosotros, ahora nos vamos a la cocina. Mas tarde, si hay tiempo, una receta.

El primer paso


Iniciamos este blog como quien vuelve al colegio, a pesar de la edad aún dividimos el año en períodos académicos. Llega Septiembre y con él el inicio del curso, la lluvia y los platos de cuchara.

Con el pudor y la timidez del niño que se enfrenta a sus nuevos compañeros, retomamos los lápices y los cuadernos y nos comprometemos en esta nueva empresa, nos queda mucho por aprender, los resultados se verán en junio.

El paso está dado.

(El de la imagen es Jose, en una carícatura que le hizo su padre cuando aún era un aprendíz de cocinero)